¿Qué es un Antónimo?
Un antónimo es una palabra que tiene un significado opuesto al de otra palabra. La palabra antónimo proviene de los vocablos griegos anty que significa ‘contrario’ y ónimo que significa ‘nombre’.
Existen muchos casos en los que una palabra representa la idea contraria de otra, por ejemplo, luz y oscuridad. A esta relación semántica se le conoce como antonimia. Las relaciones semánticas son aquellas conexiones que hay entre los significados de diferentes palabras.
Los antónimos siempre pertenecen a la misma categoría gramatical, es decir, son el mismo tipo de palabra. “Bonito” es un adjetivo, por esa razón no puede ser antónimo de un verbo, en este caso su antónimo sería “feo”.
Tipos de Antónimos
Los antónimos se clasifican en diferentes grupos. Los dos grupos principales son los antónimos gramaticales morfológicos y los antónimos lexicales. Pero también existen los antónimos relativos, graduales, complementarios y recíprocos.
Antónimo gramatical morfológico
Los antónimos gramaticales morfológicos son los que utilizan un prefijo de negación y en general tienen un significado completamente contrario entre sí.
Ejemplos de antónimos gramaticales morfológicos
- Feliz e Infeliz
- Leal y desleal
- Introvertido y extrovertido
- Maduro e inmaduro
- Definido e indefinido
- Accesible e inaccesible
- Prudencia e imprudencia
- Estable e inestable
Antónimos lexical
Los antónimos lexicales son aquellos que no llevan un prefijo de negación. Dentro de este grupo de antónimos existen, a su vez otros dos grupos que se clasifican en antónimos absolutos y antónimos relativos.
Antónimo absoluto
Son aquellos que expresan ideas completamente contrarias.
Ejemplos de antónimos absolutos
- Izquierda y derecha
- Arriba y abajo
- Nunca y siempre
- Blanco y Negro
- Noche y día
- Ruido y silencio
- Mucho y poco
- Terminar y empezar
- Acostarse y levantarse
- Trabajador y holgazán
- Aumentar y disminuir
Antónimo relativo
Los antónimos relativos son los que expresan ideas que no son totalmente opuestas, pero pueden considerarse contrarias hasta cierto grado. Normalmente los antónimos relativos son el punto medio entre una palabra y su antónimo absoluto.
Por ejemplo, siempre y nunca son antónimos absolutos, pero también existe a veces, que se considera antónimo relativo de ambos.
Ejemplos de antónimos relativos
Palabra – A. Relativo – A. Absoluto
- Grande – Mediano – Chico
- Aburrido – Interesante – Divertido
- Blanco – Gris – Negro
- Brillante – opaco – oscuro
- Niño – adulto – anciano
- Frío – tibio – caliente
Antónimo gradual
Los antónimos graduales son aquellos que tienen un significado similar, pero en grados opuestos.
Por ejemplo, bonito y feo son dos palabras cuyos significados se relacionan con la belleza en cierta medida. Sin embargo, bonito implica que existe belleza, mientras que feo implica que no la hay.
Ejemplos de antónimos graduales
- Alto y bajo
- Fuerte y débil
- Rápido y lento
- Gordo y flaco
Antónimo complementario
Los antónimos complementarios son aquellos que son completamente contrarios y no pueden existir al mismo tiempo, ya que se eliminan el uno al otro.
Por ejemplo, algo que es blanco no puede, a su vez ser negro.
Ejemplos de antónimos complementarios
- Noche y día
- Encontrar y perder
- Triunfar y fallar
- Fértil y estéril
- Rígido y flexible
- Loco y cuerdo
Antónimo recíproco
Los antónimos recíprocos hablan de una relación desde un punto de vista contrario. Son palabras que por lo general van acompañadas y una es la razón de ser de la otra.
Por ejemplo, no se puede ser padre sin tener un hijo y viceversa.
Ejemplos de antónimos recíprocos
- Hablar y escuchar
- Leer y escribir
- Recibir y dar
- Arrendador y arrendatario
- Comprar y vender
- Buscar y encontrar
- Cocinar y comer
Importancia y usos de los antónimos
Los antónimos son importantes porque representan riqueza en el lenguaje. Además, son un recurso que permite crear textos o discursos más dinámicos y comprensibles.
Los antónimos pueden utilizarse para definir palabras, por ejemplo:
La oscuridad es cuando no hay luz.
En los textos se emplean los antónimos para escribir oraciones más interesantes, por ejemplo:
Mi caída me hizo sentir que no era nada fuerte, se percibe de una forma diferente a mi caída me hizo sentir que era débil, aunque ambas oraciones representan la misma idea.
Los antónimos también son un recurso útil en la argumentación. Ya sea para añadir fuerza a un argumento o para confrontar una idea.
Por ejemplo:
En una discusión acerca de si la homeopatía funciona o no, podría haber dos puntos de vista. Uno podría afirmar que la homeopatía funciona y es útil para la medicina. Mientras que el otro podría contrargumentar que la homeopatía es inútil y siempre falla.
Existen conectores que añaden fuerza a los antónimos, sobre todo en casos de argumentación. Algunos de estos conectores son: por el contrario, en cambio, a diferencia de, en contraste, etc.
En el ejemplo sobre la homeopatía se podrían usar algunos de estos conectores. En lugar de decir que la homeopatía es inútil y siempre falla, se podría contrargumentar de la siguiente forma:
La homeopatía no funciona ni es útil. Al contrario, es inútil y siempre falla.