¿Qué son las Técnicas de Estudio?
Las técnicas de estudio, también conocidas como métodos de estudio, son una serie estrategias que permiten al estudiante optimizar un proceso de educativo y se aplican de diversas formas. Estas técnicas se utilizan para mejorar los resultados académicos y garantizar un aprendizaje duradero.
Existen muchas técnicas o métodos de estudio. Entre estas se destacan: repasar la información o crear apuntes propios, aplicar la información a la cotidianidad, estudiar en voz alta, subrayar la información importante, hacer esquemas o mapas mentales, hacer pruebas previas a la evaluación y organizar el tiempo.
Diferencia entre Técnica y Hábito de Estudio
Los procedimientos que permiten mejorar el aprendizaje y fijarlo en la memoria son aquellos que se conocen como técnicas de estudio. Estas se guían por una estrategia específica y tienen un objetivo claro.
Por su parte, un hábito de estudio es una costumbre que tiene una persona al estudiar. Básicamente, estos hábitos son acciones concretas que se llevan a cabo a la hora de estudiar.
Por ejemplo, son hábitos estudio establecer una cantidad de horas dedicadas al estudio, repasar la materia a una hora determinada del día, organizar el material de educativo, entre otras acciones similares.
No obstante, para que las técnicas o métodos de estudio cumplan con su finalidad, estas se acompañan de buenos hábitos de estudio.
Importancia de las Técnicas y Métodos de Estudio
Conocer y aplicar técnicas o métodos de estudio es importante en cualquier etapa escolar. Estas técnicas facilitan la comprensión, optimizan la concentración, desarrollan la creatividad. Además, ahorran tiempo, mejoran resultados académicos y fijan el conocimiento por más tiempo en la mente.
10 mejores Técnicas de Estudio
Existen muchos métodos de estudio, algunos más eficientes que otros. Mientras más elaborada es la técnica de estudio, más eficiente es para el proceso de aprendizaje. Esto se debe a que el cerebro se involucra más o menos en la comprensión y el desarrollo del método de estudio:
1. Repasar la información y crear apuntes propios
Funciona para alumnos que dominan la lectura y la escritura. Esta técnica consiste en leer un texto, parafrasear y sintetizar los puntos más importantes, de esta manera el estudiante recuerda en su propio lenguaje la información.
Por ejemplo, leer acerca de la historia de una localidad, tomar nota de sus acontecimientos más relevantes, ayuda a narrar toda la historia.
2. Aplicar la información en la vida cotidiana
Es una técnica ideal en asignaturas prácticas para complementar la teoría. En este caso, se utilizan experiencias del día a día como analogías o formas de expresar cierta información. Funciona tanto para niños como adolescentes y adultos.
Por ejemplo, utilizar las frutas cuando se consumen para aprender los colores, es un ejemplo de esta técnica en niños.
3. Explicar la información a terceros
El proceso de explicar a terceros lo que se estudia, permite al estudiante aprender un punto específico de la información hasta dominarlo por completo. Es ideal para alumnos de educación primaria, secundaria y universitaria.
Esta técnica es muy útil cuando se estudia de forma grupal. Cada integrante del grupo aprende y explica un punto de la información. Así, cada estudiante memoriza lo que le corresponde y lo que explican los demás integrantes.
4. Estudiar en voz alta
Este método de estudio consiste en repetir la información que se desea aprender en voz alta. Se considera que ello garantiza que el conocimiento permanezca en la memoria por más tiempo. El estudio en voz alta es práctico para momentos en los que hay que memorizar material escrito.
Por ejemplo, esta técnica es muy útil en el aprendizaje de idiomas. Las y los estudiantes hablan y escuchan la pronunciación de las palabras y las comparan con la pronunciación correcta. Además, cuando se estudia historia y materiales similares.
5. Resaltar la información importante
La idea de esta técnica es destacar datos, términos, frases y conceptos importantes de un texto luego de estudiarlo y comprenderlo.
Resaltar la información más importante en un texto es un de las técnicas de estudio más utilizadas en la educación formal. Funciona tanto para estudiantes de secundaria como de universidad.
6. Hacer esquemas, mapas mentales y conceptuales
Es una de las mejores técnicas de estudio porque el cerebro se involucra en un proceso de creación y de conexión de información. Además, los diagramas y mapas mentales suelen favorecer la memoria.
Para hacer uso de esta técnica, se toma el texto o guía, se hacen notas sobre puntos importantes de un tema y se organiza el contenido mediante palabras claves, formas o dibujos. Generalmente, se enlazan o conectan los significados, conceptos, etapas o procesos del tema, lo que resulta en una especie de mapa o diagrama.
Hacer este tipo de diagramas es ideal para alumnos de secundaria o de universidad.
Por ejemplo, es particularmente útil para estudiar materias de temas amplios y complejos, como medicina, ciencia e historia. Sin embargo, esta técnica funciona para todo tipo de materia.
7. Hacer “pruebas” previas a la evaluación
Las pruebas, preguntas o cuestionarios permiten al estudiante apreciar el nivel de conocimiento que se tiene de un tema antes de una evaluación formal.
Esta técnica consiste en escoger un tema y crear preguntas de todo el contenido para resolverlas. Al responderlas, el alumno sabe si domina el tema y refuerza la información en la cual presenta deficiencia.
Un ejemplo de esta técnica es crear un test entre un grupo de estudiantes. Cada alumno aporta varias preguntas para armar el cuestionario. Seguidamente, responden e intercambian sus evaluaciones para comparar resultados y reforzar los apartados de mayor dificultad.
8. Utilizar fichas como apoyo
Las fichas son un formato pequeño de papel en el cual se escriben palabras, fechas, nombres o títulos clave. El objetivo de esta técnica es memorizar la información importante de manera resumida.
Esta técnica es muy usada en exposiciones para tener a la mano datos importantes difíciles de recordar.
9. Organizar el tiempo de estudio
Consiste en planificar el tiempo que se requiere para el estudio de cada asignatura, así como los objetivos que se quieren alcanzar. Funciona en estudiantes de secundaria y universidad.
Un ejemplo de esta técnica en acción es crear un calendario con las horas de estudio de cada materia y los temas a reforzar.
10. Debatir en grupo sobre los temas estudiados
Discutir un tema permite reforzar lo aprendido y tomar en cuenta otros puntos de vista. Esta técnica es ideal para alumnos de primaria, secundaria y universidad.
Por ejemplo, cada integrante de un grupo, habla un mismo tema, de esta manera el que explica y los que escuchan comprenden conceptos y aclaran dudas.