Definición Inclusión
La inclusión se refiere a la práctica de incluir a todos los individuos en una actividad o grupo, especialmente a aquellas personas que de otro modo podrían quedar excluidas.
En palabras simples, la inclusión es la acción y el efecto de incluir algo o a alguien en una actividad o situación. Responde de forma positiva a la diversidad de las personas, considerando que todas son agentes importantes para el crecimiento de la sociedad.
Es concebida como un derecho humano porque, a pesar de las diferencias raciales, étnicas, físicas, emocionales, de género, religión o de edad, todas las personas forman parte de una comunidad.
Ejemplos de Inclusión
El acto de incluir a alguien en alguna actividad adopta muchas formas diferentes, dependiendo del individuo y de la situación.
Un ejemplo de inclusión se da cuando se adapta el material y espacio escolar para recibir estudiantes con alguna discapacidad. También, cuando se instruye a una persona con capacidades reducidas para que adquiera habilidades que le permitan formar parte de la fuerza de trabajo.
A continuación, se presentan más ejemplos de inclusión:
- Aprobar leyes protejan los derechos de parejas del mismo sexo, de la misma forma que a parejas heterosexuales
- Promocionar la diversidad en el espacio de trabajo
- Promover y facilitar la contratación de personas con habilidades físicas reducidas o con discapacidades en una empresa
- Establecer espacios de culto y reunión para minorías religiosas en una región
- Implementar programas de ayuda social para las personas más desfavorecidas económicamente
- Adaptar espacios escolares para estudiantes que tengan discapacidades físicas
- Realizar campañas de formación en las comunidades para el desarrollo de habilidades
- Promover el ingreso y participación de mujeres en altos cargos públicos o privados
- Establecer normas y prácticas que combatan el bullying
- Usar lenguaje no discriminatorio e inclusivo en discursos y publicidad
Importancia de la Inclusión
La inclusión tiene un significado social bastante profundo. A nivel social, las personas tienen potenciales diferentes. Así, la inclusión promueve la igualdad, disminuye la discriminación, reconoce la diversidad, mejora las relaciones entre las personas y es clave para el crecimiento social.
Es esencial crear un entorno en el que todos se sientan bienvenidos, valorados y respetados. Nadie debe ser excluido por sus diferencias, bien sean estas físicas, mentales, de condición social u otras razones.
Al incluir a todo el mundo, se aprovechan mejor las perspectivas y los talentos únicos que cada individuo puede ofrecer en una empresa, grupo, centro educativo y en la sociedad en general.
Uno de los fines del Estado es lograr el bien común. Pero, para alcanzarlo, debe apoyarse en la inclusión, ya que esta mejora las condiciones sociales y fomenta la formación y participación ciudadana. Además, un ambiente inclusivo fortalece las comunidades al fomentar un sentimiento de pertenencia y conexión.
En las sociedades inclusivas los ciudadanos son más productivos, tienen una mejor autoestima y en general un estilo de vida más próspero.
Tipos de Inclusión
Ahora bien, viendo la inclusión desde esta perspectiva, nos encontramos con que la inclusión puede ser educativa, social, financiera o laboral.
Inclusión Educativa
La inclusión educativa se refiere a las prácticas que tienen como objetivo integrar a todo tipo de estudiantes en el espacio escolar.
Este tipo de inclusión busca que estudiantes con diferentes capacidades físicas, origen étnico, nacionalidad, género o clase social puedan ingresar al sistema educativo y puedan estudiar en condiciones iguales con sus semejantes.
Al incluir a todos los alumnos, la educación es más completa y prepara a los estudiantes para el mundo real. Además, la inclusión ayuda a romper las barreras y fomenta el sentido de comunidad en el aula.
Pero, no solamente se trata de promover una conciencia inclusiva, sino también de abrir espacios educativos de calidad para los menos favorecidos. Es decir, realiza acciones educativas en la que todos los niños, niñas, jóvenes e, incluso, adultos tengan acceso a la educación regular en forma igualitaria, sin importar su condición.
Inclusión Social
La inclusión social es un proceso que busca que todas las personas, sin importar su condición social o física, participen plenamente en sus comunidades.
Su objetivo es que todos puedan gozar de los mismos derechos. Es una forma de pensar la sociedad que incluye a las personas en todos los aspectos de la vida comunitaria: político, social, económico y cultural. Es decir, fomenta la participación política, en toma de decisiones y en aspectos de la vida comunitaria.
Además, pretende eliminar las barreras que impiden a las personas participar en la sociedad, como la pobreza, la discriminación y la falta de acceso a la educación, la atención sanitaria y el empleo.
Por ejemplo, que haya respeto a la integridad, acceso a la educación, a los servicios públicos. Asimismo, derecho a tener un trabajo digno, una vivienda y en general las mismas oportunidades que tienen las personas que no son excluidas.
Inclusión Financiera
La inclusión financiera se refiere a las diversas acciones que buscan garantizar que todas las personas tengan acceso a productos y servicios financieros asequibles y responsables que satisfagan sus necesidades. Este tipo de inclusión se concibe como un elemento clave para reducir los índices de pobreza y promover la prosperidad de los ciudadanos, especialmente aquellas personas en situaciones de marginalidad.
Involucra la creación y acceso a toda la sociedad a servicios de ahorro, crédito, pagos y seguros. La importancia de la inclusión financiera se basa en su objetivo de crear activos, gestionar los riesgos financieros y mejorar la seguridad económica de todas las personas.
En ese sentido, se forman programas para que todas las personas accedan a los productos financieros que ofrece la banca. De esta forma, las personas pueden optar por créditos, seguros o ampliar sus negocios, entre otras cosas.
Inclusión Laboral
La inclusión laboral se refiere a la creación de una cultura en el lugar de trabajo que promueva el acceso al empleo para todas las personas, sin importar su género, capacidades físicas u origen social. Es decir, que exista una igualdad de oportunidades para que todos tengan un trabajo digno con los cuales generar ingresos para su sustento.
Por ejemplo, en un ambiente laboral inclusivo, los empresarios son proactivos a la hora de reclutar y contratar a empleados con discapacidades. Además, ofrece beneficio para personas con una situación social particular.
Este tipo de inclusión se puede promover desde las empresas, además desde las políticas laborales de un país.
Diferencia entre Inclusión y Exclusión
La inclusión y la exclusión pueden definirse de diversas maneras, pero en el fondo, ambas se refieren a la forma en que se ve y se trata a los individuos o grupos en la sociedad.
En su forma más básica, la inclusión se refiere generalmente a la idea de que todas las personas son bienvenidas y tienen un lugar en la comunidad, escuela, empresa, vida política, etc. Es el proceso de incluir activamente a los individuos en grupos o actividades respetando la diversidad.
Por su parte, la exclusión es el proceso de omitir o negar activamente a los individuos el acceso a grupos o actividades sociales, escolares, económicas o en la vida política. Generalmente, se excluye a las personas o grupos porque se les considera diferentes, inferiores o foráneos.
La exclusión aparta a las personas por su condición y las discrimina por factores como la edad, género, origen étnico, religión, capacidades físicas o mentales.