Definición de Machismo
El machismo se refiere a una serie de comportamientos, actitudes y puntos de vista que sostienen la idea de que el hombre es superior a la mujer, así como también de que lo considerado masculino tiene más valor que lo femenino.
Esta forma de pensar se basa en la idea de los roles de género tradicionales del hombre y la mujer. Según esta perspectiva, el hombre debe ser activo, independiente, fuerte y dominante, mientras que la mujer ha de ser pasiva, dependiente, gentil y sumisa. En la realidad, tanto hombres como mujeres, y otros géneros, son capaces de expresarse y comportarse con todas estas cualidades.
Los problemas sociales que acarrea una cultura machista se presentan desde el ámbito laboral, hasta el ámbito familiar. El machismo conduce a la violencia y discriminación contra las mujeres en diferentes esferas sociales.
Además, en su forma más extrema, el machismo expresa un sentimiento y acciones misóginas. La misoginia se define como un odio hacia la mujer por el hecho de ser mujer. Así, en casos graves, el machismo puede resultar en abuso sexual y tragedias, como es el caso de los femicidios.
Cuando una persona tiene una postura machista, se observan comportamientos físicos y verbales que desvalorizan y someten a las mujeres y otros géneros. Estas acciones pueden ser tanto explícitas. El machismo explícito se manifiesta con ataques físicos y verbales. Cuando es implícito, se justifica cualquier tipo de violencia contra la mujer (como cuando se culpa a una mujer víctima de agresión sexual por cómo vestía al momento del ataque).
Características del Machismo
Las posturas machistas no solo afectan a las mujeres, sino que también tienen un impacto negativo en los hombres. Ya que minimizan el valor de diversas actitudes que se suelen asociar a las mujeres o a lo femenino.
Por ejemplo, en una cultura machista es común que se promueva la idea de que los hombres no lloran y de que deben guardar sus emociones. Esta creencia puede resultar en problemas sociales y psicológicos en muchos hombres.
Las siguientes son algunas de las características del Machismo o una persona machista:
- Desvaloriza los aportes de la mujer y lo femenino
- Suele asociar el rol de la mujer al trabajo en el hogar y al acto de ser madre
- Es una forma de violencia, tanto física como psicológica, hacia las mujeres y lo femenino
- Se basa en un estereotipo sobre los roles de género tradicionales
- Supone que la mujer es el “sexo débil” y que lo asociado a lo femenino es inferior a lo masculino
- Considera que las mujeres autónomas y con agencia son una amenaza al status quo
- Se manifiesta a través de la discriminación laboral, educación sexista, invisibilizar los aportes de las mujeres, el acoso sexual, etc.
- En casos extremos, puede resultar en agresiones sexuales y femicidios
- Promueve la idea de que los hombres no deben expresar emociones asociadas a lo femenino (por ejemplo, llorar en público)
Diferencia entre Machismo y Feminismo
Es común que se compare al machismo con el feminismo y se les considere como lados opuestos de una misma moneda. Sin embargo, ambos conceptos se refieren a cosas distintas.
El machismo es una serie de actitudes y comportamientos que exaltan o enaltecen al hombre y a lo asociado a la masculinidad, en detrimento de la mujer y aquello que se asocia a lo femenino.
Por su parte, el feminismo es una serie de movimientos sociales que buscan la equidad de género a nivel de derechos sociales, económicos, políticos y en muchas otras áreas.
De esta forma, una persona feminista busca equidad social, sin importar el género, aun si vela principalmente por los derechos de las mujeres. En el caso de una persona machista, esta manifiesta comportamientos que suelen traducirse en violencia física y verbal hacia las mujeres y otros géneros.
Básicamente, el feminismo se refiere a un proceso histórico de emancipación de la mujer y a la búsqueda de una igualdad de oportunidades que le han sido negadas. Históricamente, ha habido diversas corrientes feministas. Cada corriente tiene sus propios objetivos específicos, pero su base siempre gira en torno a los derechos de autonomía y equidad de la mujer en diferentes esferas sociales.
En cuanto al machismo, este no supone una búsqueda por la igualdad o equidad de ningún género. Por el contrario, se caracteriza por el dominio del hombre sobre la mujer y el mantenimiento de roles de género, en donde la mujer es pasiva y lo femenino es visto como débil.